En el marco del encuentro de Residencia para la Iniciativa de Impacto Corporativo, liderada por Latimpacto, la presidente de la Fundación WWB Colombia, Daniela Konietzko Calero, compartió con asistentes nacionales e internacionales, las acciones que demuestran por qué la vinculación de mujeres en organizaciones es rentable, no solo para estas, sino también para el crecimiento de la economía global. La estrategia de los lentes de género también se destacó durante su presentación.
En octubre del año pasado, las 22 organizaciones vinculadas a la iniciativa Pares iniciaron una ruta de aprendizaje para articular sus estrategias hacia un mismo propósito y modelo de negocio, y desplegar los recursos destinados al impacto más eficientemente. Este camino culminó en sesiones de talleres prácticos y dinámicos, enfocados en la definición del propósito corporativo, la medición de impacto, comunicación, y por supuesto, la inclusión de la mujer para el desarrollo económico, liderado por Daniela Konietzko.
En este último, organizaciones como la Fundación Santo Domingo, Bancolombia, Fundación Bancolombia, Coppel, Riisa de México, Fundo Vale Brasil, reflexionaron sobre los sesgos de género que conocen, no solo en el campo corporativo, sino también en los hogares, y sobre las variables que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar programas para el beneficio de la población femenina.
Según cifras de BlackRock, las empresas con mayor diversidad de género entre su fuerza laboral tuvieron una rentabilidad superior en un 29% a aquellas con menor equidad, durante el periodo 2013-2022. Dicho estudio precisó que empresas con mayor participación de mujeres en cargos directivos presentaron un desempeño superior en 72 puntos básicos (0.72%) durante los últimos 4 años.
“Las mujeres tienen un poder transformador que puede impulsar el desarrollo económico del mundo. Debemos usar este activo de forma correcta, pues son ellas quienes hacen parte de la mitad de la población del planeta y toman las decisiones de consumo. Hay que investigar a detalle sus necesidades, ya que no todas las mujeres son iguales. No es lo mismo vincular a una mujer rural que a una urbana, o una mujer afro ubicada en el Pacífico colombiano a una que reside en Medellín. Además, debemos entender en qué etapa de su ciclo de vida se encuentra, pues el nivel de vulnerabilidad al que está sometida es cambiante”, destacó la presidenta de la Fundación WW Colombia.
Durante este taller también se mencionó un factor clave para tener en cuenta: la inclusión financiera, donde existe una brecha evidente entre hombres y mujeres para acceder a productos y servicios financieros. Aún hay sesgos inconscientes como sociedad, debemos empezar a trabajar en ellos poco a poco. Un ejemplo es la dificultad de algunas mujeres al solicitar un crédito en el banco; aunque tienen muy clara su idea de negocio, no despiertan interés en los inversionistas por su falta de confianza. “Debemos empezar a creérnosla”, mencionó Daniela en su intervención.
También hizo hincapié en otros aspectos por los cuales invertir en las mujeres es un buen negocio:
- Las empresas que tienen una cultura más amigable con la maternidad, medida por días de licencia, tuvieron un desempeño del ROA (rentabilidad sobre activos) superior sobre el benchmark (Russell 1000 index).
- Los resultados resaltan que el valor de la diversidad está en la equidad, no en la dominancia de ninguno de los géneros. Tanto la subrepresentación como la sobrerrepresentación de algún género produce resultados inferiores.
- Según la consultora Mckinsey las empresas que se ubican en los primeros lugares del ranking de diversidad de género son 15 % más proclives a recibir retornos financieros por encima de la media nacional de sus respectivas industrias.
- Boston Consulting Group de 2018, explica que las startups fundadas por mujeres generan el doble o más de ingresos por cada dólar recibido en inversión, en comparación a las fundadas por hombres.
Daniela habló, también, de la importancia del desarrollo de las capacidades, para que las mujeres tengan mejores oportunidades: “Al fortalecer las capacidades personales y empresariales de las mujeres se potencian sus habilidades para generar ingresos, para ocupar cargos de liderazgo en las organizaciones, para emprender, tener autonomía económica y generar un impacto positivo en la sociedad”.
Este espacio de intercambio de conocimiento permitió que los asistentes se enriquecieran con nuevas ideas y recomendaciones para empezar a aplicar en sus organizaciones. Carolina Suárez, CEO de Latimpacto, afirmó que “los actores corporativos son clave en el ecosistema de impacto de América Latina, con un rápido crecimiento y con procesos dinámicos de innovación y desarrollo en la región. La falta de un entendimiento integral entre criterios ASG por sus siglas (A) ambiental, (S) social, (G) gobierno corporativo, impacto, sostenibilidad, ODS, e innovación social y ambiental, hace que los actores no trabajen de manera estratégica y se pierdan oportunidades relacionadas con el propósito corporativo. Por esta razón son esenciales los espacios como la Iniciativa de Encuentro Entre Pares”.
El taller culminó con la activación de los lentes de género, una estrategia que invita a las personas a ver el mundo en clave de equidad.