El videojuego desarrollado por la Fundación WWB Colombia y el Banco W celebra su primer año de implementación, demostrando la efectividad de su propuesta innovadora que ha captado el interés de más de 6.500 jugadores.
En su primer año el videojuego ‘Cash, el resurgir de los imperios’, desarrollado por la Fundación WWB Colombia y el Banco W, ha logrado transformar la manera en que miles de jóvenes aprenden sobre educación financiera. Desde su lanzamiento en agosto de 2024, esta herramienta pedagógica ha alcanzado a más de 6.500 jugadores activos, y ha sido implementada en las aulas de 37 instituciones educativas, en las cuales el 87% de los estudiantes mejoraron su concepto del ahorro al finalizar el juego.
El éxito radica en un modelo innovador que permite a los estudiantes aprender conceptos como la inversión, el ahorro y el presupuesto, no a través de una clase tradicional, sino de misiones épicas y decisiones estratégicas en un entorno lúdico. Este enfoque responde a la necesidad de desarrollar capacidades financieras en la población joven para que puedan lograr sus proyectos de vida y tomar mejores decisiones en el futuro.
“Como Fundación estamos muy orgullosos de seguir trabajando con toda la comunidad educativa alrededor del videojuego. Este es el primer año, pero seguimos trabajando para poder llegar a más personas desarrollando capacidades financieras y teniendo salud y bienestar financiero para toda la población” afirma Johana Urrutia, directora de Programas.
Actualmente el 75% de los jugadores activos son menores de 19 años, de los cuales el 43% ha fortalecido el concepto de la gestión del dinero por medio de los gastos, y el 50% mejoró el concepto de autorregulación. Además, 9 instituciones educativas proyectan implementar este recurso, en el marco de su Proyecto Educativo Institucional (PEI). “Ver a los estudiantes hablar sobre ahorro, inversión y toma decisiones informadas, es algo muy valioso. Cosas que en las que de pronto no estaban muy familiarizados ahora son muy importantes en su vida” explica con orgullo Lina María Escobar, docente de la Institución Educativa Boyacá, que ha implementado Cash en sus clases.
La misma perspectiva tiene Wilson Viveros, maestro de la Institución Educativa Agustín Nieto Caballero: “el cambio que tenemos en ellos es muy grande. En su condición individual son capaces de tomar decisiones positivas en pro de alcanzar sus objetivos, empiezan discernir las posibilidades de vida que tienen, ese es tal vez el mayor aporte del juego”. Cash está siendo implementado en asignaturas de finanzas, donde los estudiantes analizan cómo la toma de decisiones dentro del juego afecta de manera positiva o negativa sus finanzas, fomentando así un aprendizaje práctico sobre la gestión del dinero.
Un ejemplo de ello es Harold Fabian Gamboa, estudiante de la Institución Educativa Boyacá, quien manifiesta sonriente como Cash le ha enseñado a manejar el dinero de una forma más eficiente, “Antes no podía tener dinero en el bolsillo porque desaparecía, ahora soy consciente de los gastos hormiga y he tenido una estabilidad económica muy buena”. Mientras que para Luisa Fernanda Bastidas, compañera de Harold, el videojuego “aparte de enseñarnos, es un entretenimiento. Uno aprende a ahorrar y a saber invertir, porque el juego te va poniendo pruebas. Entonces, ahí uno va entendiendo qué tiene que hacer y qué no”.
Por la misma línea de las inversiones se encuentra Ronald Steven Beltrán, estudiante de la Institución Educativa Agustín Nieto Caballero: ”El aprendizaje que tuve fue el tema de la inversión, algo que no mucha gente le presta atención, pues en el juego a medida que uno invierte hace mucho más grande el progreso”.
Innovación en el aula de clases
‘Cash, el resurgir de los imperios’ ha sido implementado en 37 instituciones educativas en Cali, Buga y Guapi, priorizando la articulación con el sector público y comunidades clave. Johana Urrutia resalta que “ha sido un desarrollo en co-construcción con el Banco W, donde hemos pensado desde las necesidades de los jóvenes, la población y las entidades financieras en cómo seguir trabajando para que esa educación financiera pueda lograr que las personas y las organizaciones sean más sostenibles”.
Para los educadores, la herramienta ha significado una revolución pedagógica. “Como docentes inquietos en la educación siempre estamos buscando alternativas y metodologías diferentes que puedan impactar y llegar al aula. Esta herramienta a través de un videojuego conecta a los estudiantes y nos permite a nosotros poder plasmar en ellos un proceso de educación económica y financiera tangible” considera la profesora Lina María Escobar.
La versatilidad de la herramienta es tal que va más allá de las asignaturas de finanzas, pues algunas instituciones han usado esta herramienta en asignaturas del área de ciencias sociales y proyecto de vida, para analizar cómo la inflación y otros factores externos impactan la calidad de vida de los habitantes de los imperios virtuales. Asimismo, se ha utilizado en materias como diseño y artes, para que los jóvenes evalúen y analicen la construcción visual y la gráfica del juego, así como el diseño de personajes y entornos, desde una perspectiva lúdica.
“Estoy convencido de que no solamente en cuatro paredes se puede hacer educación. Tenemos que salir e ir más allá” afirma el profesor Wilson Viveros, quién resalta la importancia de vincular a las y los estudiantes a las oportunidades que prestan este tipo de iniciativas. “Implementando estos juegos y estas actividades en su vida, les ayudamos a hacer cosas diferentes y tomar la educación de manera práctica a través del juego”.
El éxito de ‘Cash, el resurgir de los imperios’ demuestra que la educación financiera, cuando se ofrece de manera innovadora y práctica, es la clave para la transformación social. La Fundación WWB Colombia logra así fortalecer y desarrollar las capacidades personales que permiten a los jóvenes tomar las mejores decisiones para sus proyectos de vida. Esto se alinea con nuestra meta de cerrar las brechas y promover el desarrollo de un país con mayores oportunidades.
El trabajo continúa para alcanzar a más personas, garantizando que el acceso a la educación económica y financiera no sea un privilegio, sino una palanca de desarrollo para un futuro más equitativo.